¡Qué bello es vivir!

Hola de nuevo!!

Mucho me temo que el trajín interminable de las Navidades y el fuerte catarro que he pillado me han separado demasiados días ya de este blog...menuda forma de empezar :(

Espero que no me vuelva a pasar algo así la verdad porque realmente extrañé escribir aquí y es que tengo muchísimas cosas que me gustaría compartir con todos! Así que vuelvo a la carga y si bien vivo pegada a una caja de pañuelos, no voy dejar que me pare más!

Hoy es 6 de Enero así que muchos estareis abriendo regalos o yendo a ver a familiares y amigos para intercambiarlos, para mí este es un día un poquito agridulce porque a la emoción y exaltación de ver si he acertado con mis regalos se une el hecho de saber que, un año más, las Navidades se acaban. Este año las fiestas han sido un tanto diferentes para mí, ha habido muchos cambios y he iniciado el año de una forma nueva a la que estoy acostumbrada pero, haciendo balance, no puedo decir, ni mucho menos, que no lo haya disfrutado....al contrario, las he vivido con más intensidad, pasión, nerviosismo y excitación que otros años. He podido compartir momentos, para mi preciosos, con mi familia de sangre y con la que he ido formando, a lo largo de los años, con esos que son mis amigos así que para nada puedo quejarme. 

La entrada de hoy querría haberla hecho hace unos cuantos días, para ser más exactos en Navidad :( pero como no pudo ser, ¡la hago hoy mismo! Soy una persona muy fiel a ciertas tradiciones, pequeños rituales que hago todos los años y que me cargan las pilas para lo que aún está por venir.

Una de esas tradiciones es ver todo un clásico donde los haya; ¡Qué bello es vivir!

Para mi no hay navidades si no puedo sentarme a ver esta película bien tapada con una manta, con una copa sidra en una mano y un paquete pañuelos en la otra.....sin duda alguna es una de mis películas favoritas y la que elijo cuando tengo un bache emocional

Película estadounidense dirigida por Frank Capra en 1946 mantiene, aún hoy en día, toda su fuerza y encanto habiendo llegado a ser la película más emitida en televisión en estas fechas en todo el mundo. Hace ya muchos años que compré esta obra de arte en DVD y a decir verdad aunque hoy en día la podeís encontrar a color, yo la compré en blanco y negro, tal y como se estrenó en su momento, para mí tiene más encanto en su versión original....

El argumento es bien sencillo, Georges Bailey es un joven que durante toda su vida ha soñado con alejarse del pueblo en el que vive, Bedford Falls, viajar por todo el mundo y estudiar una carrera universitaria para poder así convertirse en alguien "importante". No obstante, el destino y la fortuna le han sido adversos y ha tenido que ir renunciando a todos sus sueños terminando por vivir en el mismo pueblo que le vio nacer, peleando por mantener a flote el negocio que heredó de su padre viviendo en una antigua casona con su mujer, Mary, y sus cuatro hijos....

En el día de Nochebuena, Georges Bailey se encuentra al borde de la desesperación y en todas las casas de Bedford Falls se eleva la misma oración, que Dios ayude a Georges a salir del apuro....es así como se decide, ni más ni menos que en una reunión de San José con otros ángeles, mandar a la Tierra a Clarence, un ángel de segunda clase que aún no ha obtenido sus alas, para que ayude a Georges. Pero este está convencido que la vida de su familia y conocidos sería mejor si el no existiera, si no hubiera nacido....así que Clarence le concede su deseo y le muestra cómo habrían sido las vidas de las personas que le rodean de no haber nacido él....

No hay mejor historia que esta para recordar lo que realmente importa en esta vida, aquello que a veces, por el trajín y el ritmo frenético de nuestras vidas, llegamos a no valorar en su justa medida o que, incluso, llegamos a olvidar.... y es que jamás una película ha conseguido llegarme tan adentro, ni devolverme la fe y la esperanza como esta lo consigue, todas y cada una de las veces que la veo.

De todo corazón os la recomiendo y espero que le deis una oportunidad....

Tanto hoy, como en las fiestas que ya han pasado, deseo que lo hallais podido disfrutar al máximo con vuestra gente y que el nuevo año os permita despediros de lo que os hace daño, os de fuerzas para alcanzar lo que deseaís y, sobre todo, os de ilusión por disfrutar de la vida, porque vivir, es bello.

Sed buenos!

Ali.