jueves, 28 de febrero de 2019

Entrevista Ana Lena Rivera, autora de "Lo que callan los muertos"


El personaje de Gracia, la profesión que tiene, inspectora de delitos fiscales, es una cosa que me llamo particularmente la atención al no ser algo muy común dentro del género. Así que resulta obvio que lo primero que quiera preguntarte es si el elegir esta profesión para tu protagonista ha venido influenciado por tus estudios de Derecho y Administración de empresas.

La verdad es que me apetecía hacer algo distinto y es verdad que yo investigo fraudes financieros y es verdad que para mí es terreno conocido por lo que me es más fácil enganchar una trama de fraudes financieros porque conozco como funcionan y que al final no dejan de ser investigadores privados ya que los detectives en España no pueden perseguir ni asesinatos ni delitos porque en cuanto encuentran uno deben de comunicarlo a la policía y no se pueden entrometer. Por eso, la mitad de lo que llamaríamos investigadores privados/detectives en España se dedican a investigar fraudes financieros, muchos trabajan para las mutuas de la Seguridad Social y otro muchos trabajan para empresas cuando sospechan que pueda haber algún temilla en la contabilidad que no está cuadrando y también lo típico, divorcios, seguir a hijos que igual están un poco descarriados, etc.
Entonces la verdad es que me apetecía contar ese tipo de trama y es verdad que cuando las cosas se complican ella sola no puede seguir y por eso entra en juego en la novela un comisario de Policía, dentro de su entorno cercano, pero con la idea de que sea una figura estable dentro de las siguientes aunque siempre con la trama financiera presente en las mismas.



Y al hilo de la influencia de tu experiencia profesional en tu obra, la hermanara de Gracia, Bárbara, una doctora reputada con una carrera de investigación así como Jorge, el marido de Gracia, hacker blanco, con una profesión también poco habitual, y que resultan figuras/profesiones  no  tan presentes en la novela negra por lo general, ¿pueden dar pie en futuras novelas a posibles tramas en torno a los mismos? Y ¿de dónde sacaste la inspiración para ellos, también de tu propia experiencia profesional?

Yo he sido muchos años en una multinacional la directora de informática de Iberia y latinoamérica y estoy casada con un director de informática por lo que me resultaba natural la profesión. De momento no tengo pensada una trama en la que Jorge vaya a utilizar su profesión para intervenir en la trama pero eso está abierto y es verdad que hay mucha gente que se dedica a ello lo que sucede es que pasan como auditores de seguridad informática aunque en realidad son hackers blancos.



A los 18 te marchaste a Madrid a estudiar, pero la manera en la que está reflejada y mostrada la ciudad de Oviedo reflejando la misma de forma muy certera lo cual despierta mi curiosidad en cuanto a si has podido regresar de forma habitual a Oviedo o si, por el contrario, en tu novela reflejas el Oviedo de tu adolescencia.

Es más basado en el recuerdo que actual la verdad, ahora mismo tengo 46 años, marché a Madrid con 18 años y es verdad que desde entonces he venido mucho menos de lo que me habría gustado ya fuera por motivos familiares, profesionales, etc. y en parte es por eso que escribí el libro ambientado en Oviedo, me apetecía reconectar, era un cambio de vida y quería sentirme más unida a mis raíces. Los locales por ejemplo que aparecen en la novela algunos existían cuando yo era más joven y ahora ya no por lo que también tuve que hacer alguna visita o llamar a amigos o familiares para preguntar con lo que también fue una excusa para venir más y redescubrir Oviedo.
Es verdad que la ciudad ha cambiado pero la esencia sigue siendo muy similar y la gente tampoco ha cambiado en demasía.



A raíz de eso, en cuanto a la gente, los lazos que las unen, destaca en tu novela la importancia de los mismos, pero no sólo ya los familiares como pueden ser con su hermana Bárbara o con su madre, sino también los lazos de amistad, como el existente con su amiga Sara, pero siempre con ese nexo común de ser lazos entre mujeres. A día de hoy no son aún muy habituales dentro del género la preponderancia de los mismos y quería preguntarte si eso fue algo que te surgió de forma espontánea o si fue hecho de forma consciente.

Sí que fue muy consciente la verdad porque yo por ejemplo empecé a leer intriga cuando era muy jovencita, con una colección que había de Agatha Christie pequeños y blancos y de ahí empecé a pasar a la intriga clásica que había por entonces, Pepe Carvalho, Philip Marlowe, Sam Spade, etc. Y yo echaba muchísimo de menos que, primero, no había mujeres, ni investigadoras ni personajes que no fueran o secretarias o la típica mujer fatal por lo que se las echaba mucho en falta. Y además también echaba de menos gente corriente, no esos investigadores super amargados y atormentados, sin ningún tipo de vínculo familiar o relación social que se quedaban dormidos borrachos en los despachos o que buscaban pelea en los bares…pensaba más bien en el crimen, en lo que a un lector podía hacerse sentir reconocido en los personajes.
Luego por otro lado yo lo que quería hacer era un homenaje a la generación de la postguerra, quería reflejar en la novela como ha evolucionado España desde los años 40 a hoy. Por ello hay personajes de diferentes generaciones, tanto el del fraude, que tendría 112 años y aparece como referencia así como otros que son muy claves, que serían los que nacen en los años 40 y 50 y luego ya los que están investigando que serían ya de los años 80. Quería reflejar así esa evolución, todo esta gente que nace en una época de escasez de todo, de comida, de libertades, de información, que no hay televisión, con una moral tremendamente impuesta  y que hoy son los que usan los ordenadores, los Smartphone y que hablan por Skype con los nietos siendo ahí donde más se refleja la evolución en el papel de la mujer ya que piénsalo, una mujer que nacía en los 40 necesitaba para todo el permiso del marido, era menor de edad siempre, para trabajar y para trabajar en qué porque luego no las admitían en todas las empresas. La formación era diferente también, por ejemplo las matemáticas que aprendían era para ser amas de casa, el cuidado de los niños, cocina y es que es en el 81  cuando dejan de necesitar licencia marital y eso era ya cuando yo había nacido, que yo en mi colegio me hacían hacer punto de cruz y ganchillo y mi hermano, que tiene 8 años más que yo, y no hizo nada de todo eso. Esta gente es la que ve que hoy sus hijas son directivas, médicos, jueces, que está Ángela Merkel dirigiendo Alemania o Theresa May en Inglaterra entonces para ellas el cambio que han experimentado es brutal y quería reflejar un poco eso. Ese contraste entre los personajes de forma que para el lector fuera muy evidente esa diferencia que realmente si lo piensas es en 40 años y la diferente vida que han tenido, por lo que el libro también es mucho de personajes.



Y llegando ya al final de la obra, a ese final cerrado que aún así deja toda una serie de hilos abiertos, ¿vamos a ver continuación a los mismos en la segunda entrega? ¿Veremos su evolución o alguno quedará en el camino? Porque he visto por redes que en principio el segundo libro tiene ya incluso título, ‘Un asesino en tu sombra’.

En principio sí, ese será el título del segundo libro aunque aún no es fijo y respecto de los personajes sí que veremos la evolución de los personajes estables, los que están relacionados con Gracia y no directamente con el caso y así, personajes como el comisario, la madre, la madre o la amiga aparecerán de nuevo. No quería hacer personajes que terminara la novela, volvieran a la casilla de salida y fueran siempre iguales, que hay muchos así dentro del género y me gustan pero yo quería algo más, que las vivencias que yo les iba metiendo en la novela les fuera haciendo evolucionar como personas y crecieran cada uno por su lado y ver a donde nos lleva por lo que en podréis saber cómo va la relación de Gracia con su marido, cómo sigue Bárbara y mil cosas más.



Entiendo entonces que habiendo ya un segundo título prácticamente confirmado como definitivo, la idea es seguir con el personaje de Gracia. ¿Tienes ya algún hilo argumental o una idea aproximada de las tramas que quieres hacer con ella o va la cosa según te vaya saliendo?

Según me vayan saliendo y las que los lectores me pidan aunque yo sí que quiero continuar. Creo que Gracia tiene mucho recorrido porque además en esta primera novela ella ya empieza con un dolor personal muy grande ya que acaba de perder a su hijo de 3 años y bueno quiero que evolucione y que pueda volver a ser feliz porque ahora la tía es una peleona, intenta disfrutar y ser feliz pero sí que es verdad que lleva eso consigo y sí que me gustaría verla disfrutar y avanzar en la vida.
En cuanto a tener ya programadas o planteadas las tramas la verdad es que no lo tengo planificado, los casos van saliendo y es más, cuando empiezo a escribir la novela yo sé más o menos a donde voy pero no sé cómo va a terminar y de hecho hay veces que me digo “¡ay madre como salgo de esta!” Hay momentos de verdadera tensión, de tener ganas yo misma de querer saber cómo va a terminar la historia, lo estoy viviendo ahí desde dentro igual que el lector.



Por lo que me estás contando, entiendo que igual no tienes un sistema de decir bueno hoy escribo esta parte y otro día esta otra sino que tienes una forma de escribir más natural, más espontanea según te vaya saliendo, ¿no?

Sí, sí, de todas formas esto parece que es común porque bueno las escuelas te enseñan que existen dos tipos de escritores, están los escritores mapa que son los que se hacen un esquema, son los que saben exactamente todo lo que va a ocurrir en cada escena y luego lo único que hacen es desarrollar la escena por lo que les cuesta realmente trabajo es hacer ese esquema con cada una de ellos y luego están los escritores brújula, que soy yo, que son los de “hacía el norte” y hasta donde llegue. Mis sistema más bien se basa en que yo les hecho muchas horas, soy muy constante en la forma de escribir ya que es mi jornada laboral y además soy autónoma y al final llega el sábado y escribo, llega el domingo y sigo escribiendo. Necesito muchas horas, no es cuestión ponerme una hora y lo dejo, porque igual cuando la cosa empieza a fluir quizás llevo 4 horas delante del ordenador y otros días sale todo fluido a la primera. Entonces más o menos tengo la idea general de lo que quiero contar pero muchas veces me sorprende a mi misma cómo se desarrolla la historia.



¿Tuvo que ver con el carácter de Gracia el momento personal por el cual estabas pasando, de baja por embarazo teniendo que guardar reposo?

Yo creo que sí, que parte de lo que reflejo ahí es por el momento en que yo empiezo a escribir la novela, por el momento en que yo concibo a Gracia, que ella al final se enfrenta a lo que tú más temes en el mundo y en ese momento de embarazo, que además era de alto riesgo, lo temes muchísimo entonces creo que sí que guardan relación por lo que algo de terapéutico sí que podría decirse que tiene sí.



Por lo que he podido leer en diferentes entrevistas, escribir era algo que llevabas ya un tiempo queriendo hacer y que llegó un momento en que dijiste que ésta era la oportunidad para hacerlo y lanzarte. Ahora, esos primeros pasos, de decir por dónde empiezo, cómo lo hago, ¿cómo lo viviste?

En verdad yo ya llevaba muchos años queriendo escribir, yo empecé a trabajar de lo mío, las cosas me iban bien pero yo estaba ahí con el tema, yo no fui escritora antes porque sinceramente no me lo podía permitir, yo terminé la carrera un viernes y empecé a trabajar el Lunes y no había más pero siempre con el runrún de querer escribir.
Al final yo quería pero realmente no podía porque no tenía el soporte para decir paro, dejo de trabajar y me pongo a escribir. Lo que hice entonces fue ir formándome. Empecé en la escuela de escritores, haciendo algunos cursos y acabé compaginándolo como pude con el Máster de Novela de la escuela de escritores y ahí ya tenía más o menos claro que en algún momento llegaría la oportunidad. Tengo una amiga que es escritora que dice que “las cosas pasan en su momento, no en el nuestro” y yo creo que tiene razón entonces para cuando llegue ese momento, que me pille formada y a punto. Entonces yo llegué del médico, me senté en el sofá con una bandeja de estas de poner el ordenador, lo abrí y empecé a escribir de forma instintiva.



¿Y siempre tuviste claro que sería este género? ¿Alguna vez te has planteado escribir otro? Porque desde luego tu estreno no ha podido ser mejor; finalista del Premio Tuber Melanosporum y ganadora del Premio Torrente Ballester.


La verdad es que siempre lo tuve claro porque es lo que leo aunque leo de otros géneros y es más algunas de mis novelas favoritas ni siquiera son del género pero sí que es lo que me apetecía escribir y tenía claro que iba ser una intriga clásica, que no habría psicópatas, o descuartizadores, ni sangre o violencia sino un crimen más cercano, de gente corriente ya que me interesa mucho ver a la gente, en momentos de presión, en relación a qué decisiones tomarían y qué harían si estuvieran en determinadas situaciones.
No sabría decirte en qué momento tomé la decisión de decir “voy a escribir intriga” pero si de pequeña me preguntabas “¿tú quién quieres ser? Agatha Christie”, “¿si tienes una hija como la vas a llamar? Agatha” así que lo tenía ya claro en la cabeza desde niña.


Una autora muy a tener en cuenta en el panorama español actual y desde luego un gran acierto para todo amante de la novela negra.